jueves, 26 de mayo de 2011

UN BROCHAZO PARA SAN AGUSTÍN


Muchos saludos. Sírvase esta plataforma para publicar el siguiente mensaje en beneficio de la colectividad de la Parroquia San Agustín (Caracas, Venezuela). Mensaje cortesía de la Monstrua:

"Hola, me llamo San Agustín, y no soy un santo, sino un sector de Caracas que está viviendo justo ahora un festival de muralismo. Cuando todo termine quedaré bien bonito para que me veas brillar desde el metrocable, pero aquí todo es trabajo voluntario y nuestros muralistas a veces tienen que escarbar bajo las piedras para conseguir su material y unas cuantas manos que les ayuden a llevar sus proyecto a cabo.


Los habitantes de San Agustín se organizaron y pusieron a la orden de los pintores pintura de caucho de todos los colores y algunos andamios, además de un montón de muchachitos con ganas de agarrar su brocha y comenzar a ayudar por aquí y por allá, pero los pintores aún necesitamos apoyo de varios tipos, y si tú estás interesad@, bien sea en colaborar con alguna brocha que tengas abandonada en el maletero de la casa (puedo buscarla el viernes a donde sea necesario! -creo-), o poniéndote una franela vieja para ayudarnos a pintar, serás bienvenido este sábado 28 de mayo en la estación La Ceiba del metrocable, a las 10 am.

Ah! también necesito hacer una impresión tamaño doble carta de la imagen que está al principio (la de la chica. Sé que no está a tamaño, pero es solo para que la gente tenga una idea de lo que vamos a hacer) :D si existe un alma caritativa capaz de hacer eso por este santo que es un agosto chiquito, le vaticino 7 años de suerte, salud, dinero y amor para que esté más contento que este señor:


En conclusión: si quieres pintar, conocer el metrocable y a la gente del festival, donar pinceles, brochas, latas (si me donas una lata te llevaré conmigo a pintar con ella, porque yo no sé cómo carrizo se grafitea) puedes comunicarte por acá conmigo o a los números 0412-5240856 y 0426-6805553 Saludos y muuuuuuuuchas gracias! :)"






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domingo, 22 de mayo de 2011

PROFETAS, BIBLIAS Y ÉTICA COMUNICACIONAL


L

a fatiga. La fatiga se apodera de mis pensamientos como una manta cálida y pesada que me impide la generación espontánea de las ideas. Y es que ya uno se agota, ciertamente, de reflexionar, o de siquiera prestarle atención, a ciertos eventos que no merecen el respeto que pretenden: las profecías.

Pero me es imposible no dirigir la mirada hacia estos eventos, no porque los considere serios en sus fundamentos, sino porque los considero serios en sus consecuencias. Una ciudad tapizada de anuncios que proclaman (para gloria de sus autores) la advertencia final de la humanidad; una marejada de propaganda apologista del terror; una invasión –y hasta una intromisión- a las redes de comunicación de todo tipo, amenazando el derecho a la individualidad desde el punto de vista de una mente chucuta… ¿Seré yo el único alarmado acerca de las repercusiones de esto?

Suenan las trompetas del Cielo, suenan, y los niños lloran, preguntándole a sus padres: “¿el mundo se acabará en verdad?”. Muchedumbres cantando, con la Biblia abierta en la mano, levantándola al firmamento; anhelando el cuchillo del Arcángel Gabriel. Gentes renunciando al trabajo, perdiendo todos sus bienes, tomando resoluciones finales, suicidándose en sociedad. Y al final, cosechan una nueva decepción: si me lo permiten, una justa recompensa por ser abogados de la decadencia.

Justamente, es la decepción el catalizador de lo que podría ser un funesto futuro. Porque el peligro y la injuria ética no solo incurre en la propaganda terrorista de los profetas, sino que de la decepción pueden sobrevenir fácilmente o un (afortunado) alejamiento del fundamentalismo, o una profunda convicción de que el fin tiene que acontecer como sea. Y esto último es lo que podría derivar en un “si Dios no lo hace, yo lo haré”, o un peor “Dios lo está haciendo a través de mí”. Después de todo, una persona que ha apostado todo al fin del mundo, si este no ocurre como espera, ¿qué más podría perder al tomar el Apocalipsis en sus manos? Ha vivido solo para ese momento.

Respeto a la diversidad de gustos, opiniones y credos, se me dirá; ¿pero cómo evaluamos el respeto? ¿O es que acaso que todo lo que es dibujado es arte, o que todo lo que suena es música, o que todo lo que sea escrito es literatura, o que todo lo impregnado por matemáticas y especulaciones positivistas es ciencia? Observemos si lo siguiente es digno de respeto.

En un sincretismo de cultos babilonios y egipcios, y como reacción hacia la opresión que les ahogaba, el pueblo judío comienza una tradición oral que dura algunos siglos antes de que comenzara a ser una tradición escrita. Durante el transcurso de su tradición escrita se van uniendo y fusionando a la misma perspectivas históricas mitificadas y subjetivas a la usanza y gusto hebreo. Con el (supuesto) nacimiento de Jesús de Nazareth, estos relatos hebreos cobran un nuevo matiz y eventualmente devienen en el Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento. Finalmente, en un movimiento caprichoso, Agustín de Hipona elige cuáles son los libros definitivos de lo que hoy conocemos como la Biblia, no solo descartando a otros evangelios (denominándolos como apócrifos) sino que sin la clarividencia necesaria como para saber que otros evangelios podrían aparecer en un futuro (como los Manuscritos del Mar Muerto). La Biblia así, sujeta a interpretaciones desde sus orígenes, escrita por autores anónimos con pretensiones de inspiración divina; fue traducida del hebreo al griego, del griego al latín y del latín al inglés (idioma en que ha sido reeditada tres veces más). Y siendo la protagonista en todas las variopintas elucubraciones cristianas del presente, un personaje cualquiera presume encontrar en ella, ¡y con exactitud numérica!, la fecha inequívoca del fin de los tiempos…

Todo esto sin tomar en cuenta las serias contradicciones que entraña la Biblia con la evidencia histórica y científica, así como también toda la incongruencia que salta a la vista cuando sopesamos la posibilidad de existencia de dioses antropológicos, morales, que castigan y premian eternamente y que inspiran libros divinos. Y que además sean predecibles bajo esquemas numéricos humanos.

¿Puede existir entonces respeto para esta clase de credos? En verdad me resulta sorprendente que una persona con las vacuas bases epistemológicas que acabo de describir tenga la impunidad suficiente como para mandar a la gente al infierno a través de todos los medios de comunicación. ¿Es que no hay responsabilidad mediática en estos asuntos?

Conciente soy de que el peor escarmiento que los apologistas de esta decadencia pueden recibir es la vergüenza pública y la falta de credibilidad. Eso los derivará al olvido inexorablemente. Y evidentemente, no se le teme a las ilusiones divinas: lo que es importante, como ya lo he señalado, es que causas ficticias tengan consecuencias reales. Porque no sería ya una primicia que alguien personifique al Arcángel Gabriel, nos asesine un día de estos, y se sienta con todo el derecho de haberlo hecho, bajo la potestad e inspiración del dios que sigue.

La homogeneidad de lo heterogéneo es saludable, progresista, de espiral ascendente. Pero esa diversidad de gustos, opiniones, La pluralidad debe cimentarse sobre una ética racional.credos, tendencias, debe sopesarse con una base ética. Y el criterio que propongo es que toda diversidad es válida siempre y cuando no amenace a la diversidad misma. Bajo esta perspectiva, todo dogmatismo excluyente y condenatorio sería inaceptable. Es lo que tenemos todos los seres humanos en común, y lo que nos distingue, es decir la razón, lo que adjudica unos cimientos éticos necesarios y suficientes para que el árbol del hombre eche sus múltiples ramas a su libre inclinación.

Encomiendo, pues, estas ideas a quienes sirva y puedan comedir la atmósfera de miedo que brota de las fauces de antojadizos profetas distópicos. Ya la visión sublime de un San Pablo hablándole a los griegos en la misma Atenas de Aristóteles ha perdido su encanto por la popularización y frecuencia de su uso, y ni siquiera ya como valuarte cultural tiene sustento. No seamos complacientes con el terror sin fundamento.

Muchos saludos.





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lunes, 16 de mayo de 2011

DE OSCURANTISMOS Y ADRIANA AZZI


S
ucede que en una nación tan predominantemente emocional como lo es Venezuela, el oscurantismo religioso no puede quedar relevado de la vivencia cotidiana. Es, más bien, la norma en este tipo de sociedades. Y de hecho, la sociedad venezolana es tan supersticiosa que es categorizable dentro de una lúgubre lista de naciones fundadoras de credos sincréticos. Solo basta acordarse de Sorte, de las “cortes malandras” y de sus menudencias.

Pues bien, ante este panorama proliferan agraciadamente las figuras públicas místicas. Adriana Azzi, por ejemplo, es una de ellas. Es una muy reconocida astróloga y tarotista por estas latitudes, con experiencia en televisión y en prensa escrita. Parte de su reconocimiento también sobreviene por sus muy populares predicciones anuales; más por lo polémicas que por ser exactas.

A título personal, opino que la astrología perdió todo fundamento cuando Copérnico derrocó el geocentrismo, y de hecho, ya lo griegos clásicos se mofaban de semejante creencia en siglos anteriores. Pero todo el mundo puede creer y gustar en lo que más le convenga -siempre y cuando no tenga mayores repercusiones éticas. Éste justamente es el detalle.

Es de mi gusto estar empapado de todas las aristas de pensamiento, sobretodo a través de las redes sociales. Desde lo afin hasta lo que me es repulsivo, todo es susceptible de mi observación y escrutinio. Adriana Azzi era un bonito ejemplar en mi grupo de conocidos virtuales de pensamiento diferente.

Como era de esperar, nunca estuve de acuerdo con las especulaciones “filosofales” de Azzi, sin que eso tuviera mayor repercusión de mi parte. Pero la excepción aconteció el día de ayer, 15 de mayo de 2011, cuando ella escribió algo como:

“Atención, atención. Cadena de oración para el lunes 16 de mayo, a las 9 de la noche. Atención Venezuela. Levantad las manos y orad. Fuertes y oscuros acontecimientos se avecinan. Cadena de oración.”

Más o menos así era.

Confieso que ya estaba un poco irritado anteriormente con las frecuentes noticias de evangélicos alrededor del planeta, vaticinando el fin del mundo para esta semana, para el 21 de mayo. Eso me parece una irresponsabilidad, ya que traspasa la frontera ética a la cual hacía referencia anteriormente. “Una población aterrada por misticismos primitivos, eso podría tener serias consecuencias (nada ilusorias, como sus causantes), y no debería quedar impune”. Así pensaba en aquel momento. Y así sigo pensando ahora, dicho sea de paso.

Así que, al ver esas palabras de Azzi, las encausé inevitablemente por el mismo sentido estúpidamente profético y atemorizante; y decidí opinar debajo con un adjunto:

“Pura apología al oscurantismo medieval.”

Y así fue cómo había sido liberada mi terrible descarga vengativa anti-misticismos embrutecedores. No obstante, no saldría ileso del altercado, aún cuando una simpática señora me había colocado uno de esos populares “me gusta” en mi comentario. Adriana, en un audaz movimiento que apenas tardó un minuto, revisó mi información, colocó un mensaje en mi perfil y borró lo ocurrido inmediatamente.

¿Qué me había escrito? Pues lo siguiente:

Photobucket
Bien, casi muero de las carcajadas cuando lo vi. Es que el asunto… su respuesta… ha sido de mi total incomprensión. Ella quería una retaliación, obviamente, ¿pero cómo la racionalizó? Esta es mi teoría:

Photobucket

Ahora, Sra. Azzi, debo decirle que la impresión que me ha dado es que:

1) No sabe manejar las críticas, incluso las de mequetrefes como yo.

2) Asocia el contenido bíblico con el Oscurantismo. ¡Muy bien! Estamos de acuerdo.

3) No entendió lo curiosamente atea que es la cita del Génesis que tengo en mi información.

4) En vez de aleccionarme y convencerme de que una “cadena de oración” no es una apología al retraso de la humanidad, sino que más bien es algo muy útil; prefiere en respuesta dejarme mensajes en mi perfil para luego borrarlos (y borrarme) y quedar impoluta ante sus admiradores.

5) Ud. no había predicho esto para el 2011. ¿O sí?

En fin, para mi esto no ha sido más que un evento hilarante del que ahora hago mofa. No pretendo para nada que la Sra. Azzi abandone sus creencias ni sus labores, de eso vive. Pero si hay que extraer alguna moraleja de este suceso, es que hay que calibrar con mucho cuidado la influencia de los misticismos en la cotidianidad. No es responsable fomentar el miedo en la gente, basándose en la ignorancia de la misma.

Tampoco los rezos sirven de mucho, por aquí ya he hablado de eso.

Muchos saludos.





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martes, 3 de mayo de 2011

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS VIRILES DEL HOMBRE


C

iudadanos del mundo; hombres maltratados e incomprendidos; machos alfa que son obligados a reprimir su supremacía natural sobre los comunes y gregarios; seres vitalistas, amantes de la realidad y de todo lo grande, hermoso y terrible que hay en ella; defensores de la verdad, sea que acaricie o lastime; espartanos, mayas, vikingos, caribes, legionarios, cosacos, sarracenos, samuráis; guerreros honorables todos. Para ustedes, las siguientes ideas.

Se nos ha instruido desde tierna edad, y no con mentira, que ese ser que nos complementa llamado mujer merece la más sublime de nuestras atenciones. Sin desdeñarla o atribuirle falsas debilidades, es menester entender que, siendo diferente a nosotros, le necesitamos y le queremos como a una igual, y que también entendemos y admiramos las habilidades con que la naturaleza les ha bendecido y que nosotros reconocemos carecer.

No obstante, mucho me temo que la armonía entre sexos apropiada, en los tiempos que transcurren, se ha visto más que amenazada, afectada ya, por una anodina comprensión del papel que espontáneamente el hombre y la mujer han debido cumplir.

Generación tras generación, la enseñanza empírica que nos ha dejado la historia desde que la humanidad comenzó a ser tal, es que la vida del hombre, desde que nace hasta que muere, se resume en tres fases destacables y más o menos solapadas: la búsqueda de sexo, la búsqueda de poder y la búsqueda de salud.

La búsqueda de sexo comienza desde su pubertad hasta que culmina su completa experimentación y necesidad biológica-evolutiva instintiva de diseminar su semilla lo más posible. La fase suele ser dominante y destacable entre los 15 y 30 años. La búsqueda de poder, típicamente representada por un auto-refinamiento de la personalidad, del porte físico, del rango laboral que practica entre los demás hombres y de la acumulación de dinero y bienes; es la etapa más duradera en su vida, comenzando típicamente desde los 18 hasta los 60 años, aproximadamente. Por último, la búsqueda de la salud, la etapa más corta, es producto de la decadencia natural de la vida. Se caracteriza por una concentración de esfuerzos en el entendimiento y necesidad de medicinas y curas varias. Se da, típicamente entre los 60 años hasta el final de sus días.

El amor, perfectamente entendido por el hombre espartano como una espiritualización humana del apareamiento animal y de un (posible) posterior cuidado de las crías, es un aspecto de la vida de éste disfrutado a plenitud, cuando así corresponda, en el momento indicado. Es, sin duda, una fase importante en la existencia de todo hombre, pero tiene su momento y su espacio; y nunca suprime las búsquedas masculinas que ya se han mencionado. Simplemente, es un aspecto más de la vida, no el único.

En el caso de las féminas, y también recogiendo evidencia empírica e histórica, el amor es muy distinto al del hombre. Es el único aspecto de su vida, el más importante, y todo lo demás, sea sexo, sea la autorrealización profesional, sea la apariencia personal, sea la familia, sea las decisiones de envergadura a tomar, todo, gira en torno a ese epicentro llamado amor. Y este amor no es entendido a la usanza del caballero, sino que es ideal, es afín al romance neoclásico, es una reacción ante la crudeza del mundo, es una extrapolación de lo físico. En resumidas cuentas, por lo anterior, es irreal.

Esta realidad femenina, que bien puede parecer digna de los infiernos de Dante para el guerrero de raza pura, debe ser entendida como algo que sucede, independientemente de los gustos viriles. Y como se ha dicho al principio, como amantes de la verdad, así rasguñe con garras de crudeza, se le acepta con cuerpo firme y mirada al horizonte, sin musitar reproches.

Con todo lo anterior aclarado, se observa, pues, que ante tres fases predominantes en la masculinidad se contrapone una única fase en la femineidad. Por ello, si bien pudiera ser cierto el pretendido razonamiento popular que dice que la mujer es más madura que el hombre, esto está limitado de acuerdo a la fase en la que se encuentre viviendo el caballero.

Durante la fase de búsqueda sexual, remarcada en la adolescencia y adultez temprana del hombre; la mujer, que por ser experta idealizando sopesa con mayor finura algunos aspectos de la vida en comparación con el mozuelo de esta etapa, es en efecto, más madura que éste. Ciertamente, el hombre temprano es tosco, impulsivo, inocente y muy primitivo. Es esclavo de sus hormonas, y sobretodo, de su inexperiencia.

Pero en vista de que el hombre va desarrollando otras necesidades y perspectivas con el tiempo, y de que la mujer tradicional se encapsula sempiternamente en el amor idealizado, la madurez del primero supera con creces la de la segunda eventualmente. Típicamente esto ocurre a partir de los 20 otoños masculinos.

Así, por ejemplo, mientras un hombre de 23 años finaliza sus estudios universitarios y piensa cuáles negocios podrían hacerse en el futuro, una mujer de la misma edad piensa que tiene posibilidades de conseguirse un príncipe azul muy pronto. Mientras un hombre de 31 años ha emprendido su empresa propia y piensa en posibles mercados internacionales, una mujer de 30 años piensa que la edad para casarse está llegando a su término. Mientras un hombre de 40 años invierte en bienes raíces y le preocupa la caída del dólar, una mujer contemporánea piensa que todos los hombres son iguales y son básicos. Mientras un hombre de 53 años, con familia, comienza a organizar las cosas para sus herederos, la mujer de esa edad comienza a sublimar la carencia de amor en libros de autoayuda y “metafísica”. Cuando un hombre de 65 años comienza a estudiar los nuevos avances médicos en contra del cáncer de próstata, una mujer de su misma edad, también va al médico, pero reza al amor de Dios y va a donde la bruja, por si acaso.

Las féminas, por lo general, son muy ineficientes en verse en perspectiva, y por esto se amerita tan larga y justa introducción. Pero centrando el asunto que concierne en la presente declaración, y tomando en cuenta que la mujer en general, en ignorancia de su propia naturaleza y de la naturaleza del hombre, incurre en:

  • Decirle “perro” al hombre que busca, de forma abierta y sincera, una oportunidad para copular con ella, en conformidad con lo que le ha sido programado por biología.
  • Decirle “gafo”, “baboso”, “afeminado” o “gay” al hombre cuya sensibilidad es mayor a su naturaleza reproductiva, y que se ofrece en consecuencia a ser un buen amigo y a protegerla.
  • Hacer esperar al hombre que le propone cópula, aún cuando ella lo desea, como si se tratase de una tortura realizar el acto sexual, o como si ella no fuera a disfrutar del momento.
  • Decirle “intenso” o “fastidioso” al hombre profundo y de ideas trascendentales, más allá de las teleseries y telenovelas de las que ella habla.
  • Decirle “niño” o “bobo” al hombre de mente alegre que no habla de ideas profundas y trascendentales.
  • Aburrirse en una de esas escasas veces en las que un hombre necesita ser escuchado, y decirle inutilidades como: “Tranquilo, todo pasa por algo”.
  • Exigir atención y ofenderse si uno se aburre de escuchar por enésima vez la historia de desamor, insensibilidad e injusticia que solo le pasa a ella.
  • Juzgar peyorativamente al hombre que hace eficientemente su papel en la intimidad, tildándolo de “bicho que seguro se coge a todas y por eso sabe.”
  • Juzgar peyorativamente al hombre que no sabe aún hacer su papel en la intimidad, tildándolo de “mequetrefe mala cama, contigo más nunca.”
  • Esperar que el hombre tome la iniciativa en todos los aspectos del cortejo, pero al mismo tiempo denominarse progresistas, inteligentes y con derechos.
  • Clasificar artificial y estúpidamente a los hombres en amigos, amigos con “derecho”, comprometidos, novios, esposos, y así sucesivamente; delimitando con una rigidez ridícula y sin fundamento el papel que cada uno debe cumplir con ella, y forzando la espontaneidad natural que las personas tienen en sus interacciones.
  • Hablar de problemas sentimentales, amorosos o inútiles con el hombre, durante horas, para luego decirle “gracias, te quiero mucho”; midiendo la naturaleza del hombre desde la misma perspectiva femenina, y por ende, olvidando una justa y masculina compensación por los servicios.
  • Hablar de Osho, Chopra, Coelho o Arjona, contestar en la sección de citas favoritas cosas como: “en la playa, caminando a la luz de la luna”, pensar que las películas de Disney y la cultura Barbie pueden ser realidad; pensar que las divinidades o el universo son genios de los deseos; y esperar, ante todo esto, que el hombre inteligente le tenga respeto.
  • Pensar que “todos los hombres son iguales” y al mismo tiempo elegir cuidadosamente con quien involucrarse.
  • Reprimirse ante el “qué dirán”, ante el “deber ser” y sublimarse en la “moralidad y buenas costumbres”, y al mismo tiempo exigir “hombres con experiencia, interesantes y con malicia.”
  • Decir estupideces magnas sin fundamento como “mientras más conozco a los hombres, más quiero a mi perro”, evidenciando su incompleta capacidad para no moralizar humanamente los eventos y seres naturales no humanos.
  • Demás vejaciones, torturas y crímenes de lesa humanidad producto de la ignorancia y falta de sentido crítico femenino; o producto de cualquier idealización, irrealidad, aprehensión falaz femenina, ilusión y sueños que, por ser tales, son imposibles de llevar a cabo en la práctica y condenan al hombre a una conducta innatural, sin fundamento y miserable.

Se proclama, con anuencia universal, que todo macho, varón y guerrero se opone contundentemente a esta ola de crímenes contra-natura, que adversan el espontáneo cauce de los géneros y que alienan la realidad supeditándola a las ilusiones irracionales femeninas, fecundas en temor e ignominia. Por tanto, fundado en razonamientos avalados por la lógica, por la experiencia empírica y por el repetido devenir de la historia, se postulan, irreversiblemente, los siguientes estatutos como la Declaración Universal de los Derechos Viriles del Hombre, los cuales se consignan a continuación:

1) El hombre tendrá el derecho y el deber de actuar conforme a lo que su naturaleza biológica le dicte, independientemente de todas las pretensiones e idealizaciones románticas y moralistas que no estén fundadas en el espontáneo devenir de los apareamientos.

2) El hombre tendrá el derecho de colgar las llamadas, ignorar los mensajes y dejar con la palabra en la boca a cualquier fémina que, después de fastidiarlo y quitarle su valioso tiempo con problemas y comentarios inútiles, no honre el servicio del varón a la manera que el varón destine.

3) La siguiente tabla regulará las recompensas justas que ameritan los caballeros en función del tiempo de amistad que le hayan proveído a una fémina en particular:

Años de amistad

Compensación

De 0 a 1

Topless o foto en hilo

De 1 a 2

Un baile erótico sin tocar

De 2 a 3

Dejarse meter mano

De 3 a 4

Una pajita

De 4 a 5

Una rusa (boobies o butt)

De 5 a 6

Un pete

De 6 a 7

Un buen pete grabado en video

De 7 a 8

Sexo rapidito

De 8 a 9

Sexo normal estándar

De 9 a 10

Sexo medieval

De 10 en adelante.

Sexo medieval con ella y otra amiga

4) La compensación respectiva se repetirá cada vez que la fémina fastidie al hombre con problemas insulsos, amorosos o inútiles.

5) El hombre podrá colocar en el escarnio y mofa pública a toda fémina que tenga pretensiones intelectuales basándose en las incongruencias de Arjona, Coelho, Osho y Chopra, así como todas aquellas que se tomen en serio el horóscopo y las predicciones.

6) El hombre tendrá el derecho de execrar a toda fémina fanática de la serie Crepúsculo, de Disney, del estilo de vida Barbie o que profiera las siguientes imbecilidades: “todo pasa por algo”, “el tiempo de Dios es perfecto”, “el universo conspira a tu favor”, “de que vuelan, vuelan”, “los sueños se hacen realidad”, “mientras más conozco a los hombres, más quiero a los animales”.

7) El hombre se reserva el derecho de tener amigas, así como también es de su libre elección ser buen amigo solamente y ya. Sin embargo, la fémina quedará igualmente en deuda, y cuando el varón lo requiera, deberá ser justamente recompensado por los servicios pasados.

8) El hombre, independientemente de si hay compensación o no, tendrá el derecho de decirle a la fémina fastidiosa: “¿Por qué no piensas un momento?”, “¿Cuándo es que vas a crecer? Vamos tarde…” o simplemente “Tu si jodes mujer”.

9) El hombre debe honrar a la mujer distinta, digna, noble, aristócrata, estética, independiente, inteligente, intrépida, divertida, inmoral, profunda, interesante, creativa, virtuosa, segura, libre y ajena de todo dogma, “deber ser” y “qué dirán”. A ellas, la admiración y un profundo respeto.


Expuestos así los estatutos fundamentales de la presente declaración, léanse, entiéndanse y ejecútense, a los tres días del mes de mayo de dos mil once, o fecha de la liberación masculina.






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