Fernando Pessoa, escritor de encomiable profundidad y modestia, escribió "El Banquero Anarquista" en 1922. Con un título tan intelectualmente provocador, casi coqueteando con el oxímoron, me gusta recrear en la imaginación que el Sr. Pessoa, de talante discreto, siempre solapándose entre sus heterónimos, se percataba de su inusual y llamativa sutileza en el manejo de las ideas; y no le quedaba más remedio que esconder su genialidad en las rendijas de identidades ficticias. Al decir verdad, aunque haya mucho orgullo en el acto de estampar la propia firma, también hay mucho del "amor propio" cuando se firma en son de otro, con la plena confianza de que el arte será tan ruidoso que más vale rehuir de la fama y delegársela a otra identidad. La insistencia en la modestia desentraña orgullos.
Finalmente, ante un texto tan breve pero tan interesante en contenido, tomé la decisión de rendirle un tributo (también modesto), transmutando mis anotaciones personales a un esquema animado y público. Así, si la curiosidad ha guíado al lector hasta este punto, encarecidamente le invitaría a ver lo siguiente:
Si la ávidez del lector aún busca conocer de qué va este ensayo, gustosamente ocurro a extender la invitación a su lectura, a través del siguiente enlace. Si alguna vez ha tenido curiosidad por la doctrina anarquista, me atrevo a garantizar que esta lectura será, cuando menos, enriquecedora.
Sinceros agradecimientos.
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