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Antes de que la electricidad se convirtiera en el "agente mágico" a partir del cual se transmiten las señales inmediatamente, la mecánica clásica, aparte de ser la base fundamental de todo invento, era la protagonista y la inquietud primordial para el desarrollo. Desde la estadía del hombre en estos lares del universo, se desarrollaron palancas, poleas, tornillos hidráulicos, tornillos para apernar, la maravillosa rueda y el majestuoso engranaje, tornillos sin fin, tuercas, y toda una variedad de herramientas que sin duda se fueron convirtiendo en el símbolo de la mecánica misma. De hecho, es más fácil asociar esta palabra a dichos implementos que a la rama de la física de la cual nace verdaderamente.
Recuerdo que una vez estando en una clase de máquinas volumétricas, la profesora nos decía que, a nivel mecánico de dispositivos, ya era muy poco lo que se podía inventar. Y es que en efecto todas lás máquinas modernas, en cuanto sus piezas se refiere, no distan mucho de las primeras máquinas de vapor de los comienzos de la Revolución Industrial. Esto es cierto, pero existen afortunadas excepciones.
En la jerga mecánica, un sistema epicíclico es un conjunto de engranajes dispuestos de forma tal que, en un espacio reducido, pueden desarrollarse varias reducciones o ampliaciones de velocidad dependiendo del giro relativo de los mismos. El sistema diferencial de un auto, por ejemplo, es algo por el estilo.
Estos sistemas epicíclicos suelen tener varias velocidades de operación, pero al fin y al cabo velocidades discontínuas y finitas. Rompiendo paradigmas, a continuación os mostraré una nueva configuración epicíclica que, entre otras ventajas, ofrece un cambio variable y suave de velocidades. Y lo mejor de todo es que dentro de este rango de velocidades, las variaciones entre un extremo a otro son infinitas:
La configuración posee básicamente a nivel exterior dos coronas con cuatro planetas, de los cuales uno ofrece la entrada de la potencia y otro la salida. Los otros dos parecieran existir por cuestiones de estabilidad estructural entre los componentes, aunque lucen bastante aprovechables para convertirse en dos salidas más.
A nivel interno, el sistema es un diferencial común y silvestre, con la salvedad de que posee tres aditamentos peculiares, separados en 120º entre sí, llamados "rollers". Éste es el núcleo y la esencia de este nuevo mecanismo, puesto que dependiendo de la inclinación de los rollers, la caja de transmisión puede ir hacia adelante, en reversa o estar en neutro. Y como pueden adivinar, la conexión entre las coronas y los rollers, aunque se sabe que deben interactuar para ejecutar lo ya descrito, no está clara en el video.
Nadie os va a develar el secreto de gratis, no obstante se explica que los rollers actúan bajo una configuración de fuertes resortes que son los que varían su inclinación. Vale acotar que la inclinación es en dos ejes, así que estos resortes deberán estar dispuestos también en una forma novedosa.
Este producto está patentado, y el dueño es la compañía MyoNoos. Dentro de la página podrán ver dos prototipos antecesores y otros datos de relevancia.
Sigamos inventando.
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¿¡Qué te puedo decir!? No conozco nada de estos sistemas de diferenciales y poco o nada de engranajes, soles y planetas jajaja, pero se ve interesante y más aún en la carrera por desarrollar nuevas tecnologías, que presumo ¿irán a la industria automotor, no es así?
ResponderEliminarBueno, según lo que tengo entendido este prototipo en particular sí va enfocado a la industria automotriz.
ResponderEliminarSin embargo las aplicaciones del sistema del video son de los más variadas, pues la esencia del asunto es reducir, aumentar, neutralizar o invertir la velocidad de giro de un motor. Eso sirve para aplicaciones de cualquier tipo, además de la automotriz.