miércoles, 6 de octubre de 2010

"EL PASAJERO DE TRUMAN". FRANCISCO SUNIAGA. Comentarios.




E
s un gran honor poder referenciar en este espacio a la última novela de Francisco Suniaga, “El Pasajero de Truman”. Dicho honor deviene no sólo por la calidad del trabajo literario, sino porque he decir, aún a costo de heredar famas impropias, que siento un orgullo filial que no puedo ocultar.

Francisco Suniaga es un venezolano margariteño, abogado, internacionalista y profesor universitario. Ha sido columnista de diarios como El Universal, el Nacional y Economía Hoy. Ha sido un frecuente escritor de cuentos, pero no es sino hasta el 2005 que irrumpe de lleno en el mundo literario con sus novelas.


En el caso de su último libro, Francisco sonda esa realidad oculta, que casi cala en los terrenos del mito, al referirnos a Diógenes Escalante. Escalante fue un diplomático venezolano excepcional que ejerció sus labores en importantes cargos durante 40 años con una intachable labor y que tuvo la oportunidad durante un par de ocasiones de asirse con el mando presidencial. Y cabe acotar que no son pocos los que han elucubrado otra Venezuela si Diógenes Escalante hubiese sido presidente.

El relato se desarrolla desde la perspectiva de dos personajes ficticios, uno periodista y el otro secretario personal de Escalante, cuyos recuerdos, ya en las cumbres de la vida, intentan vivificar por última vez los momentos importantes de la vida del emblemático personaje. Se pasean ambos por reflexiones acerca de la idiosincrasia venezolana histórica, por anécdotas curiosas de Diógenes Escalante y de su entorno, y sobretodo, de las razones por las cuales el justo merecedor de la silla presidencial nunca llegó a sentarse en ella.

Diógenes Escalante

El libro se torna interesante desde el punto de vista literario, configurado entre cambios de época que implícitamente el lector reconocerá, viajando intermitentemente entre el presente y el pasado. Sin embargo, desde el punto de vista histórico, a mi parecer, posee un valor impresionante, pues las reflexiones que promueve acerca de la realidad venezolana son prácticamente leyes inmutables, que a la luz de los hechos, desde la colonia hasta la actualidad, se corroboran desde que el país fue país. Tan importantes me parecen dichas reflexiones, que considero justo dedicarles un artículo aparte, transcribiéndolas y considerándolas.

Clave en la historia es la aparición de Ananías, hermano de Escalante, más sin embargo, tan clave es su aparición que en mi opinión su conceptualización no fue del todo acabada en la novela. Como lector quedé con mucha intriga al respecto.

Por lo demás, el final del relato es algo perturbador, y pienso que lo es para todos aquellos venezolanos que de alguna manera crecieron en aquella generación de Medina, Betancourt y los incipientes movimientos de Acción Democrática como partido político.

¿Cómo hubiera sido Venezuela si el Dr. Escalante hubiera sido presidente? Pues, mi impresión es que hubiera sido exactamente igual. No acuso alguna incapacidad por parte del personaje para esta misión, más bien todo lo contrario. Justo por lo contrario es que éste país hubiera sido el mismo, pues Diógenes Escalante era un político de la más alta talla, que, como todo lo sublime, estaba sólo acostumbrado a lo más excelso, a lo de jerarquía y de nivel. Venezuela no era para la época, ni aún hoy lo es, un país de gobernantes de alto talante, educación, diplomacia y sofisticación. Nos hicimos una nación demasiado pronto, luego nos democratizamos demasiado pronto, y hubiese sido demasiado pronto colocar a un gobernante de tal categoría. No nos lo merecemos aún.

Lea el libro y sabrá de lo que le hablo. Muchos saludos.





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2 comentarios:

  1. ¡Ja ja ja! es una risa cómplice que me surge al releer por tercera vez el párrafo final y finalmente comprenderlo.
    Tienes estilo y me agrada lo que haces, Corvo. No me agrada que me dejes con la necesidad de ir a conseguir el libro y leerlo... ¡ufa! pero estás en todo tu derecho. En todo caso, sin leerlo, coincido en tu apreciación final, no para Venezuela únicamente, sino para todo el continente americano y por qué no, para este planeta...
    Además me agrada porque, al menos patrióticamente, haces gala de un poco de humildad, quedaría por preguntarte: ¿y tú, Corvo, merecerías tener un gobernante así?

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  2. ¡Jejeje! Muy buena pregunta Nadie.

    Siempre he dicho que lso gobernantes (en el caso venezolano) no provienen de otros países, ni de otro planeta. Provienen de Venezuela. Y es así como aplica la máxima de "cada pueblo tiene al gobernante que se merece".

    ¿Qué merezco yo? Pues, si el pueblo venezolano fuera como yo, no tendríamos al mejor país del mundo, pero sí uno mucho mejor. El representante de dicho pueblo (oriundo de ese pueblo obviamente) invertiría una buena tajada del PIB en la educación de la gente. Sería capitalista, pero con una base ética previa muy sólida. Sería un tecnócrata, pero los filósofos serían sus consentidos; y aunque por ahí digan que los filósofos gobiernen muy mal, vestigios de noocracia se verían en el gabinete.

    La pregunta sería: ¿El Dr. Escalante sería un gobernante así? Si hubiera sido así, claro que lo merezco, ¡jajaja!

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