viernes, 18 de junio de 2010

"LOS GUARDIANES DE CHÁVEZ". Comentarios.



R
ecientemente un reportaje español de un poco más de una hora ha sacudido la actualidad venezolana. Se trata de "Los Guardianes de Chávez", el cual es una revisión breve, pero precisa, acerca de las personas y grupos que apoyan (legalmente o no) el proceso encabezado por el Presidente Hugo Chávez en Venezuela.

Pues bien, la verdad es que ha sido una sorpresa el contenido de tal documental, tanto para el bando del chavismo (que como es de esperar, no lo recibió con agrado) como para el bando de la oposición. Sí, para la oposición también, porque de ser cierto lo que se informa a través de tal trabajo, los medios de comunicación venezolanos, independientemente del bando, tienen sumida a su población en un oscurantismo que omite una realidad del país bastante cruda. Resulta increíble pues el hecho de que unos reporteros extranjeros puedan acceder a una información tan interesante e importante que no nos es dada ni por los voceros oficialistas ni por los contrarios al gobierno. Ni siquiera los que se denominan "objetivos".

Ante tal realidad comunicacional, es difícil entontrar un punto de vista equilibrado que nos informe verazmente. Siento justo, como ciudadano interesado en la objetividad sin sesgos, que debo informarme, por lo menos, de la experiencia profesional de quienes suscriben tal información. Pues bien, sin ánimos de ser periodista, y sumado a lo anterior, sea éste entonces un artículo de opinión de un ciudadano venezolano como cualquier otro, que aparte de emitir juicios propios acerca del reportaje que sigue a continuación, se permitió averiguar, así sea sómeramente, el prontuario currícular de los periodistas involucrados. Además, dicho sea de paso, se agrega una réplica al video al final de este artículo.

Los reporteros involucrados en este documental son:

Jon Sistiaga: Periodista de dilatada carrera. Ha estado en conflictos en Ruanda, Irlanda del Norte, Colombia, Oriente Próximo, Kosovo, Afganistán, Tailandia, México, Corea del Norte y Guinea Ecuatorial. Galardonado con los premios Ortega y Gasset en el 2003 y Reporteros Sin Fronteras en 1999.

David Beriain: Reportero que ha fungido como enviado especial en Afganistán, Colombia, Darfur, Cachemira e Irak. Se ha aventurado en campamentos de las FARC, entrevistado a presos en Guantánamo, reportado guerrilleros sudaneses y recorrido bastiones talibanes.

Jorge luis Benezra: Periodista venezolano, productor de programas de información y opinión, así como escritor reconocido de artículos del área.

Estas personas parecieran ejercer con compromiso y responsabilidad su profesión. Aún así, reconociendo que fundamentar la veracidad de una proposición en el reconocimiento y prestigio de quien la emite es una falacia lógica (argumento ad verecundiam), por lo menos su experiencia nos invita a pensar que existen grandes posibilidades de que la información aquí suministrada sea real y seria. Por lo menos es algo mucho mejor que los argumentos ad baculum que se verán a continuación por parte del oficialismo.

El video fue dividido en partes en www.youtube.com. A continación la primera parte:



Me llama la atención una pregunta que se le hizo a Juan Contreras, portavoz de la Coordinadora Simón Bolívar:

DB: -¿Vosotros apoyáis la lucha armada de Eta?
JC: - Nosotros no cuestionamos (y ahí entramos dentro de lo que es el movimiento continental bolivariano) a censurar a nadie. Cada pueblo escoge sus métodos y forma de lucha.

Ante tal respuesta, cabe la oportunidad de preguntarnos: ¿Por qué no decir simplemente que no se está de acuerdo con un grupo explícitamente terrorista? ¿Por qué maquillar tanto una respuesta que se podría resumir en un "sí" o un "no"? Por otro lado, también valdría la pena tomar la palabra del señor Contreras y preguntarle: Si cada pueblo es libre de escoger sus métodos de lucha, ¿por qué satanizar los medios de comunicación de la oposición? Además, ¿dónde queda la constitución en todo esto?

Una pared aledaña al 23 de Enero interrumpió mis meditaciones con otras preguntas, pues se publicitaba en ella la frase "Viva la resistencia armada del pueblo palestino". Ahora bien, ¿sabrán en Palestina, o quizás en la Franja de Gaza, que Venezuela existe? ¿Sabrán ubicar los militantes de la Coordinadora Simón Bolívar a Palestina y a Israel en un mapa? ¿Sabrán los militantes de dicha agrupación que los palestinos son mayoritariamente musulmanes fundamentalistas, y que nuestras costumbres, para ellos, merecen el infierno según el Corán?

Como venezolano de a pie, conociéndo mi gentilicio, su cultura general promedio y observando la simultaneidad entre la reciente enarbolación de consignas palestinas y el proyecto chavista, sólo puedo deducir que tal cuestión es producto de un proselitismo político. La cuestión es tan sencilla como entender que "el enemigo de mi enemigo es mi amigo". Así de infantil. Por eso es que acá se apoya a Vietnam, a Irán, a los palestinos, a Cuba, a Sandino, a Zapata, a Cipriano Castro, a Marx, a la izquierda, a Argelia en los mundiales y pare de contar. La infantilidad y mediocridad del venezolano tradicional en pasta.

Más adelante se entrevista al grupo Alexis Vive. Curioso que su vocero, Robert Longa, explique que "darían argumentos a la oposición", pero por otro lado profiera: "terror y horror a la oligarquía". Por supuesto, salvaguarda tal afirmación en caso de un hipotético magnicidio. La pregunta pertinente es: ¿Eso lo justifica o aquí no hay constitución?

Algo más curioso aún, diría que hasta hilarante, es el mural de "La última cena revolucionaria". Como expertos (sin saberlo) del arte kitsch, la Coordinadora Simón Bolívar exhibe con orgullo a Jesucristo compartiendo mesa con Chávez, Bolívar, Marx, Mao, el Che y otros tantos. Aparte de la politización obvia (e irresponsable) de Jesucristo, lo que me resulta sin lugar a dudas un chiste es que Marx y Bolívar estén en una misma mesa.

Marx detestaba a Bolívar. En una de sus cartas escribió acerca del Libertador lo siguiente:

"Hubiera sido pasarse de la raya querer presentar como Napoleón I al canalla más cobarde, brutal y miserable. Bolívar es el verdadero Soulouque".

Y sepan los oficialistas que Soulouque era un dictador haitiano bastante repudiado en su momento. Si sabían de esto, ¿cómo cargar con ese error teórico tan gigantesco? ¿Socialismo del Siglo XXI como filosofía novedosa u oportunismo demagógico de los célebres que ya no pueden defenderse? Porque sería muy interesante escuchar la opinión acerca de este proceso revolucionario por parte de Marx, Lenin, el Che Guevara e incluso del mismo Bolívar. Sería interesantísimo.

Retomando el video se ve lo siguiente:



Entrevistan a un representante del grupo La Piedrita. Su portavoz no resulta ser su jefe principal, Valentín Santana, pues es prófugo de la justicia por imputársele tres asesinatos. En su defecto, Douglas, un hombre jóven, da la cara.

Este vocero reinvindica la lucha armada. Se siente orgulloso de decir que el colectivo La Piedrita ha eliminado a los narcotraficantes de su zona a costa de sangre y fuego (¿el fin justifica los medios?). Más aún, asegura que sí Jesucristo bajara de nuevo a la Tierra, lo haría para desterrar al "imperio" y con un fúsil en la mano... Hay que ser respetuosos con todas las creencias, pero en verdad a veces la cuestión se pone difícil...

Douglas también asegura que Chávez no sale del poder por alguna vía democrática, pues mucha gente es la que lo apoya. Sin embargo, hace la acotación de que si eso ocurriese, La Piedrita "saldría patria o muerte". Bastante democrática esta gente.

Luego el turno es del grupo Carapaica. Su vocero, el Comandante Murachi, en lo peronal, me parece el más sensato de todos lo que defienden este proceso actual. Son críticos activos y constructivos de la revolución, de Chávez y hasta de sí mismos, y sostienen que el presidente sólo es necesario por los momentos para que el proceso siga medianamente su rumbo. Esto arroja ante mi una nueva perspectiva del chavismo, muy interesante, pues ya no estamos lidiando con un grupo dogmático. Eso, en honor a las verdades, es muy positivo.

Se infiere entonces que más allá de Chávez existe la fe en un proyecto político distinto. Y francamente, eso es lo que queremos todos. Lo que se pide es que sea un proyecto que garantice, energice y desarrolle un bienestar económico y social en el país, siempre dentro de la ley y en pro de la modernidad. Sin embargo, no vale la pena decir que se elimina al narcotráfico por las armas, pues en Venezuela existe una constitución y unos organismos para ello que se deben honrar. No podemos caer en la máxima más famosa de Maquiavelo. Hitler pensaba así.

Luego de unos embates en un operativo policial, cuestión que ya ha eliminado todo atisbo de sorpresa en los ojos venezolanos, continúa el reportaje:



Observamos imágenes del Hospital Pérez de León. Esta realidad subyace más allá de toda crítica hacia este reportaje. No hay tilde político ni voluntad de manipulación que valga ante los eventos que se muestran en tal lugar, pues es una circunstacia bien conocida por todos independientemente del bando en el que se encuentre. Invito a los críticos de este reportaje a que contradigan que eso ocurre en ese hospital.

Carlos Melo aparece más adelante afirmando que era notorio, con Bernal como alcalde, el reparto de armas a sus grupos afectos. Es una opinión bastante delicada y es triste que dada la realidad venezolana, sus ciudadanos ya no se impresionen por ello. De ser falsa, Carlos Melo debería enfrentar a la justicia. Sin embargo, su teoría explica consistentemente cómo las agrupaciones pro-oficialistas mencionadas en este reportaje poseen poder de fuego. Además, cada arma porta un serial que haría el seguimiento de las autoridades más sencillo al investigar su destino o distribución. ¿Por qué ésto no se hace?

Un apartado relevante es cuando los reporteros se dirgen a Televen. Allí, la diputada oficialista Aurora Morales expresa, en referencia a los grupos armados del 23 de Enero, que el uso de las armas se debe al combate que tienen con el narcotráfico en ese lugar, que es un asunto de tradición. A pesar de parecer coherente en el hecho de que hay que reconocer la realidad tal cual es, con las pequeñas subculturas de cada población; no es justificable su permisividad al rspecto.

Argumentar que la tradición o subcultura de un sector venezolano prela sobre las leyes del país, promueve la anarquía y resulta ser, además, un razonamiento falaz. Muy grave si de una diputada se emanan dichas conclusiones. Ahora bien, sería muy inocente pensar que ella no está al tanto de eso.

Justificar lo injustificable sólo acusa el tilde dogmático que posee el proceso oficialista entre sus partidarios.

Cuarta parte del video:



De Lina Ron ya sabemos casi todo. Su aparición en este reportaje era necesaria, más no revela nada nuevo. Sigue siendo la partidaria del oficialismo fundamentalista, autoritaria, desgraciada, carente de ideas y amante de la "verdad" por la fuerza que todos conocemos. Quizás la novedad quede para los demás países del mundo, en donde se pregunten cómo es posible que semejante persona resulte un bastión del proceso chavista y amenace los factores democráticos del país. La respuesta: éste es el país del mal gusto. Mientras más mal gusto tienes, más fama tienes en Venezuela.

Lo más importante de la entrevista con Lina Ron fue su reconocimiento de tener familiaridad con el jefe del FBL, acto que, entre otras cosas, es ilegal. Pero eso queda convienentemente impune, como es de esperarse.

El FBL resulta tener un campamento en La Gabarra, estado Apure. Y 10 kilómetros cerca del mismo hay un asentamiento del ejército venezolano. Increíble resulta que el ejército sepa no solamente de la presencia del campamento del FBL, sino que también reconozca la presencia de las FARC y de otros campamentos paramilitares. ¿En qué país vivimos? ¿No les da verguenza?

Asímismo, el padre jesuíta Jony Veramendi afirmaba que el FBL maneja entes de poder y posee influencias en Guasdualito. Esto sumado a lo anterior, contrasta groseramente con la declaración del representante del Frente Nacional Campesino, Domingo Santana: "La presencia de paramilitarismo y guerrilla es posible en la zona, pero no es determinante".

Señor Santana, la mera presencia de esa clase de grupos en el país, sea determinante o no, es ilegal e inadmisible. Por favor, consulte la constitución primero antes de ejercer un cargo público.

Llegando a los límites de la repugnancia como ciudadano venezolano, tolero la parte final del reportaje:



Nada relevante más allá de lo que hemos visto. Experiencias del desfile del 19 de abril de 2010, vendedores comerciando camisas de Osama Bin Laden, militares que proclaman consignas políticas, DVD's de Marx, hombres en tractores con rifles kalashnikov, cuya expresión y justificación de tal porte evoca pena ajena.

Bien, toda tesis ha de tener una antítesis, y como es de suponer, factores afines al gobierno se han pronunciado en contra de este reportaje. Un portavos de los entrevistados en la parroquia 23 de Enero redactó una réplica en este link:

http://www.el23.net/article/por-ultimo-tu-visita-a-petare.html

En resumidas cuentas, alegan una distorsión de los hechos, descontextualizaciones y omisiones de la información. Cuestionan que no reportó nada acerca de sus dilatadas acciones sociales y colaboraciones para con la comunidad.

Bien, eso pudiera ser cierto. Sin embargo, si el reportaje trata acerca del apoyo legal e ilegal que recibe el presidente Chávez por parte de algunas agrupaciones y personajes, poca cabida tiene como tema central el beneficio que dichas personas o agrupaciones aportan a la comunidad. Por algo el trabajo se llama "Los Guardianes de Chávez". Para lo otro pudiera estar, por ejemplo, Oliver Stone, que hace trabajos impecables desde la perspectiva oficialista. Ni siquiera quiso entrevistar a la oposición en su más reciente película...

En dicha réplica, no obstante, no se refuta que lo expresado por los entrevistados sea una falsedad. Y es que no pueden hacerlo, a menos que aleguen una edición de audio (que bien difícil sería lograrla).

Este país se torna cada vez más y más difícil, y concuerdo con la conclusión del reportaje en que los bandos radicales no hacen más que tensar una cuerda de la cual pende la estabilidad de la nación. Desde mi perspectiva no hay justificación posible para tolerar grupos armados y ajenos a la ley, sobretodo cuando tienen representación política en los partidos. En cl caso oficialista, peor aún, son ellos los que detentan el poder. El defender su revolución tiene que estar supeditado en los marcos legales que la constitución establece.

Disiento del chavismo con Chávez, pues es el gobierno del atraso y del autoritarismo. Más temo del chavismo sin Chávez, pues es sería el cenit de toda la anarquía contenida. Sería el romper de la cuerda. Y coterráneos chavistas: ustedes serán el arma de su propia destrucción.




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